A nadie le gusta hablar del momento de la muerte, pero pensándolo fríamente es una circunstancia que puede ocurrir en todo momento. Tener un seguro de decesos nos garantiza tener todos los gastos relacionados con el sepelio cubiertos: funeral, entierro o incineración, tanatorio…pero no solo eso, además la aseguradora realizará a la familia todas las gestiones necesarias en ese momento para que no tengan que estar preocupados en esos malas momentos.
De esta manera conseguimos tener unos gastos, que seguramente vengan de imprevisto, cubiertos, junto con la tranquilidad de que los más allegados no tengan que preocuparse de los trámites.
Qué me ofrece un seguro de decesos que no me ofrece un seguro de vida
Son muchas las personas que no tienen un seguro de decesos porque piensan que todas las coberturas que ofrecen las contiene su seguro de vida. Es cierto que en muchos casos algunas de ellas están incorporadas, pero tener un seguro de decesos tiene algunas ventajas más:
- En el momento que ocurre la defunción, el seguro de decesos tiene cobertura inmediata. En el caso de los seguros de vida, los herederos deben pagar primero el impuesto de sucesiones antes de recibir el dinero correspondiente.
- Las primas de los seguros de decesos son menores que los de vida.
- Todo el mundo puede tener un seguro de este tipo, desde los niños hasta los ancianos. Los seguros de vida están sujetos a diversos requisitos.
- Además de cubrir los costes del entierro, los seguros de decesos ofrecen asesoramiento a los allegados para la toma de decisiones.